En la producción, cada segundo cuenta: detectar e interpretar una señal a tiempo puede marcar la diferencia en la seguridad, la eficiencia y la prevención de accidentes. La fidelidad de color garantiza que la señal se reconozca e interprete correctamente.
Los dispositivos de señalización son interfaces clave entre el ser humano y la máquina: comunican estados visualmente en fracciones de segundo como la forma más simple de una HMI (Human Machine Interface). Para que esta información llegue de forma efectiva, debe ser clara, inequívoca e inconfundible.
La fidelidad de color describe la capacidad de una luz de señal para mostrar un color específico de forma constante y clara bajo diferentes condiciones de iluminación, y que sea percibido correctamente por personas con percepciones visuales distintas. La intensidad luminosa de los LED es especialmente decisiva: cuanto mayor es la potencia lumínica, más saturado y nítido aparece el color.
Esto es especialmente crítico en entornos con iluminación ambiental intensa y lentes difusoras. Una luz de señal de baja potencia puede mostrar técnicamente “rojo”, pero bajo luz ambiental intensa o cambiante, la señal constante del LED puede verse atenuada y percibirse como pálida, rosada o incluso confundirse con magenta, con posibles consecuencias de seguridad.
En muchas aplicaciones industriales, el rojo suele indicar parada de máquina, mientras que el magenta puede señalar la necesidad de material o una alarma por gas.
La Smart Dot 50 aborda directamente este desafío: con una intensidad luminosa líder en el mercado, sus colores se perciben vivos, brillantes y claros incluso bajo iluminación interior intensa o con superficies reflectantes.
A diferencia de los semáforos tradicionales o las columnas modulares de señalización, donde cada color está en una posición fija (por ejemplo, rojo arriba, ámbar en el medio, verde abajo), las luces multicolor utilizan una única lente que muestra diferentes colores según el estado. Sin la referencia posicional, la claridad del color es el único factor para una interpretación correcta.
La visualización de color no debe ser interpretable, independientemente del ángulo de visión, la distancia o la luz ambiental.
En su versión Basic con LEDs discretos, la Smart Dot 50 alcanza hasta 21 candelas (color verde, estabilizado térmicamente a temperatura ambiente): un valor líder en el mercado y una referencia clara en visibilidad y seguridad, fiel a nuestro lema: louder & brighter since 1910.
Un tono de color ambiguo - por ejemplo, un rojo que parece naranja, magenta o rosa - puede tener consecuencias graves. En aplicaciones de alta criticidad para la seguridad, como la liberación de procesos, el control de accesos o las paradas de emergencia, es esencial una visualización de color precisa e intensa.
A continuación, tres ejemplos reales que muestran por qué la fidelidad de color es indispensable en los dispositivos de señalización.
En puestos de trabajo modernos, las luces de señal indican estados de máquina, errores, pasos de proceso activos o liberaciones pendientes. Si un color no se distingue claramente a distancia - por ejemplo, un rojo que parece desvaído por la iluminación interior intensa - pueden producirse errores de operación o retrasos. Señales de color claras son esenciales para un funcionamiento seguro y eficiente, y contribuyen a la seguridad y a la OEE (Overall Equipment Effectiveness).
En la logística interna, los vehículos guiados automáticamente (AGV) o los sistemas de elevación automatizados requieren dispositivos de señalización compactos pero potentes. Una Smart Dot utiliza códigos de color para indicar el estado operativo. En muchos de estos casos, por razones de coste, se prescinde de pantallas o señales acústicas, de modo que toda la comunicación depende exclusivamente del reconocimiento visual del color - aquí, la máxima fidelidad cromática es decisiva.
En grandes áreas de servicio, visitas guiadas a plantas o sistemas de control de acceso, cada vez se utiliza más la gestión automatizada del flujo de personas para dirigir visitantes, optimizar tiempos de espera o controlar zonas de acceso.
En estos casos, dispositivos de señalización como la Smart Dot 50 se instalan en puntos de entrada para indicar si se permite el acceso (verde), hay que esperar (amarillo) o el acceso está restringido (rojo). En áreas de entrada muy iluminadas - con paneles LED, superficies de vidrio y suelos claros - es fundamental que cada color se distinga de inmediato y sin margen de duda, incluso por personal no entrenado.
Como en las luces multicolor la posición del color no cambia, el reconocimiento depende únicamente de la intensidad luminosa y la saturación del color. Un rojo débil en este contexto puede confundirse fácilmente o incluso pasar desapercibido, provocando errores operativos o flujos ineficientes.
La reproducción cromática de un dispositivo de señalización determina si los procesos fluyen sin problemas o si se producen interpretaciones erróneas. La serie Smart Dot 50 es un componente fiable de la comunicación hombre–máquina gracias a:
La excelente fidelidad de color de la serie Smart Dot 50 es el resultado de un diseño de ingeniería cuidadoso y preciso. Porque no basta con ser visible: la fidelidad de color es lo que hace que la señal cumpla su función.